Hoy, hijo mío,
Me siento cansada,
Me siento abatida,
Triste y callada.
Al mirarte he visto
En tus ojos vivos
Tanto amor y ternura,
Tanta ternura y amor.
Y ese “te quiero”
Que sin decírmelo
Y sólo con mirarte
He sentido profundo.
Recibir tu mirada
Me ha llenado de fuerzas
Para vivir luchando
¡POR TI, HIJO MÍO!